martes, 19 de junio de 2012

Si me toca el Euromillón... ¡Me lo pido!


 Existen instalaciones de última generación para realizar una sesión de fisioterapia acuática como puede ser el canal hidrodinámico o la Hydrophysio, también es cierto, que suele ser complicado disponer de dichas instalaciones, especialmente por su elevado coste.

Creemos que no está de más conocer estas dos instalaciones punteras:

à Canal hidrodinámico: vaso acuático de dimensiones variables donde se puede regular la velocidad del flujo del agua, para crear una mayor o menor resistencia al movimiento. Dispone de una ventana de observación subacuática, ideal para el control del movimiento subacáutico (ya sea en el control de la marcha o de un ejercicio). Según los modelos, se puede regular la profundidad del vaso a través de la plataforma móvil.




à Hydrophysio: pasillo de marcha de paredes transparentes para la correcta observación de la ejecución. Se puede graduar la cantidad de agua (para obtener distintos niveles de carga), la resistencia o no de los hidrojets, así como el sentido de circulación de la cinta para un trabajo hacia delante o hacia atrás.





Aún así, no es necesario disponer de grandes instalaciones para poder pautar y programar un buen tratamiento dentro del agua. En cualquier piscina (municipal o privada) se puede llevar a cabo una sesión. Tan sólo deberemos tener en cuenta tres aspectos básicos a valorar:

  1. Accesos: es importante que el acceso al vaso sea el adecuado al tipo de paciente que venga a demandar nuestros servicios. Existen múltiples accesos y en función del grado de independencia del paciente serán más o menos indicados (escaleras verticales, escaleras de obra o de gradiente, rampas y sillas hidráulicas son los más comunes).
  2. Profundidad: teniendo en cuenta que la profundidad es un parámetro individualizado que se mide a partir de la línea de  trocánter del individuo (por debajo se considera poco profunda y por encima se considera profunda), en función de la carga a la que queramos someter a las articulaciones escogeremos una piscina u otra.
  3. Temperatura: si no está en nuestra disposición variar la temperatura del agua, tendremos que tenerla en cuenta para alargar o acortar la sesión en función del tipo de trabajo que vayamos a realizar. Hay que pensar que en actividades más vigorosas será necesario tener una temperatura más baja (27-29º) y en actividades más tranquilas, más alta (32º). También habrá que tener en cuenta la percepción térmica del propio paciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario