lunes, 4 de junio de 2012

"Si le duele la espalda, vaya a nadar, que le irá muy bien".


¿Cuántas veces hemos oído esta recomendación a alguno de nuestros pacientes o incluso a nosotros mismos? Son muchos los profesionales sanitarios que los derivan a la piscina por un dolor de espalda, sobretodo en casos de lumbalgia.  
No es que nosotros creamos que no sea verdad, que el agua no es un buen medio de trabajo, sino que quizás, antes de aventurar a la persona que tenemos delante a nadar para solucionar sus problemas sin ningún tipo de miramiento, debamos explorarle para saber qué tipo de problema tiene, preguntarle si le gusta el agua, si sabe nadar y valorar si debe hacerlo.
Creemos que es interesante estar acompañado de algún profesional para corroborar que se realiza de forma correcta y no empeora sus dolencias. Pero, sobretodo, creemos que quizás antes deba hacer otro tipo de ejercicios en el agua.

La experiencia nos dice que no todo es nadar dentro del agua. ¿Cuántas veces hemos visto nadar a gente con una cifoescoliosis un crol asimétrico que potencia su patrón de curva,  perjudicando más su patología?. O bien, ¿a personas que llegan con problemas cervicales y como no saben nadar o tienen miedo a meter la cabeza dentro del agua, nadan el llamado "estilo perrito"?. Estos y muchos otros ejemplos, nos hacen pensar que quizá lo que necesita esa persona es una pauta de ejercicios específicos, individualizados y guiados, distinto al trabajo de estilos de natación.

  

Para aquellos que estén interesados en conocer algo más sobre el trabajo de la columna vertebral dentro del agua, os dejamos un par de referencias básicas. Queremos hacer mucho énfasis en la importancia de no utilizar protocolos preestablecidos, sino de llevar a cabo una buena exploración en el medio acuático para poder pautar según las necesidades de cada individuo; así como de la importancia de la supervisión de la ejecución de los ejercicios por parte de un profesional.

  •    Lloret Mario, Conde Carlos, Fagoaga Joaquín, León Carmen, Tricas Cristina. Natación Terapéutica. Barcelona, 2004. (5a edición). Ed.Paidotribo.
  •   Jimenez J. Columna vertebral y medio acuático, ejercicios preventivos y terapéuticos. Madrid, 1998. Gymnos Editorial.

1 comentario:

  1. No voy a criticar por criticar, pero estoy de acuerdo que todavía existe un desconocimiento por la fisioterapia y rehabilitación por parte de algunos especialistas médicos, que realmente no saben cual es nuestra praxis y nuestros métodos de trabajo. Como ejemplos, la frase del título. Cuántos pacientes con lumbalgia diagnosticada (muy preciso por cierto) se ponen a nadar estilo braza? O con problemas cervicales y lo mismo, todavía facoreciendo más una hiperextensión?. La terapia en el agua la debe realizar un terapeuta, y éste guiar al paciente en su recuperación. El agua es una herramienta física más, pero el que guía en la recuperación del movimiento y la funcionalidad del paciente es el profesional. En ésto creo que ni se fijan esos especialistas, y ven como terapeuta el agua.

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