jueves, 20 de junio de 2013

Transferencia alternativa.


Después de comentar en la entrada anterior los diferentes accesos en la piscina, hoy queremos explicaros las posibles alternativas y sus transferencias, en caso de que así fuera necesario.
Probablemente, no siempre dispondremos de los accesos más adecuados a nuestro tipo de paciente.

A continuación os exponemos un claro ejemplo de que en ciertas ocasiones, las necesidades nos obligan a diseñar otros planes de actuación que distan de lo convencional. Tal vez, nos encontremos en situaciones en las cuales nuestras posibilidades de tratamiento en la piscina estén condicionadas a la dificultad de la persona para acceder a ella. Recordad que por encima de todo, hay que garantizar la seguridad e integridad del individuo durante la transferencia, la entrada y la salida del vaso acuático.

En esta ocasión, nuestro caso clínico, nos obligaba a trabajar en una piscina con silla hidráulica debido a las características de la patología del paciente, pero pasado un tiempo y observando su evolución, necesitábamos cambiar de piscina para continuar el progreso en el tratamiento. El inconveniente era el acceso, unas escaleras que imposibilitaban su entrada, inclusive con ayuda. Llegados a este punto, nos planteamos si había posibilidad de buscar alternativas, teniendo en cuenta que el interés de avanzar en el tratamiento era mayor que las dificultades para realizar el acceso.

Os dejamos con un video explicativo de la solución que nosotros propusimos. Lo podéis ver en nuestro canal youtube: fisioalagua

domingo, 24 de febrero de 2013

La importancia de valorar la instalación...


Parece de sentido común para los fisioterapeutas realizar una correcta valoración del paciente; saber de qué punto partimos para poder adaptar y programar nuestro tratamiento a las necesidades del paciente. Pero demás, cuando hablamos de fisioterapia acuática, la valoración de la instalación, también adquiere una gran importancia.
Aspectos como las dimensiones del vaso y el tipo de borde, pero sobretodo, la profundidad, la temperatura y los distintos tipos de accesos al vaso, deben ser evaluados, para una correcta adaptación del tratamiento.


Hoy queremos hablaros de los distintos tipos de accesos.
Debemos conocer las necesidades de nuestro paciente, si se desplaza autónomamente o por el contrario necesita ayuda y qué tipo de ayuda, material o del fisioterapeuta, para valorar qué tipo de acceso sería el más indicado para él, y, por supuesto, si en nuestra instalación disponemos del mismo. En caso afirmativo, no habrá problema, en caso negativo, deberemos buscar la posible alternativa.

Cuando hablamos de accesos, podemos realizar una clasificación de tres grandes tipos:

   Escaleras: se trata del acceso que requiere una mayor independencia por parte del paciente. En este tipo, podríamos diferenciar dos subgrupos, la escalera vertical y la escalera de gradiente. En la primera se requiere de una mayor amplitud de movimiento a nivel de la EEII, así como una mayor fuerza en la EESS.





   Rampas: son accesos indicados para pacientes con un grado de dependencia intermedio. Están indicados para poder entrar con la silla de ruedas, además de poder hacer uso de ella para pautar un tratamiento en cargas progresivas.

   Silla hidráulica - grúa:  es el acceso necesario para aquellos pacientes que presentan la máxima dependencia.



Quizá el tipo de acceso óptimo para mi paciente, no esté situado en el vaso que, por profundidad y/o temperatura (los otros dos aspectos que nos interesa valorar de la instalación) yo haya decidido que es el más adecuado para realizar mi tratamiento. En este caso, será cuando tenga que planificar las ayudas necesarias, tanto de material como de personal, para poder acceder al vaso.